lunes, 8 de diciembre de 2014

SEIS SOMBREROS PARA PENSAR

Seis sombreros para pensar es un método para debatir y tomar decisiones en grupo, creado por Edward de Bono, conocido por acuñar el término de pensamiento lateral o divergente, que vimos en el anterior epígrafe.

Los seis sombreros son de un color diferente: blanco, negro, azul, rojo, amarillo y verde, que simbolizan las distintas formas que podemos plantar cara a la realidad. Este método se puede utilizar en grupo, y aunque es menos usual, de forma individual, ya que basta con ponerse un sombrero de cada color de manera secuencial en la cabeza para expresar una opinión sobre el tema tratado. La única regla es que esa opinión tiene que seguir las restricciones que se asocian al color del sombrero que llevas puesto. En cualquier momento puedes escoger que sombrero puedes quitarte o ponerte. Lo que se quiere lograr con este método, es plantarle cara a un problema, haciendo visibles aspectos que puedan permanecer ocultos, facilitando el proceso final de la toma de decisiones.

Así, el significado de los sombreros es el siguiente:


Sombrero azul: este sombrero se utiliza al principio y al final de cada sesión de debate, ya que marca los objetivos y define las pautas para llevarlos acabo, también saca conclusiones. Es el sombrero del moderador, aunque el resto de personas del grupo, deberían ponérselo alguna vez para pensar acerca del trabajo conjunto.

Sombrero blanco: Es el pensamiento neutral, objetivo. El encargado de buscar hechos, cifras e información sobre el problema planteado.

Sombrero negro: es el pensamiento crítico y analítico, son los que “ponen pegas”, pero siempre de una manera justificada. Como dijo el profesor en clase, son abogados del diablo.  Identifican barreras, peligros, riesgos y otras connotaciones negativas de las propuestas.

Sombrero rojo: Simboliza nuestros sentimientos y emociones más profundas. En muchos casos es un buen método para recolectar ideas, ya que el sombrero rojo al llevarse por la pasión, no tiene por que justificarse.

Sombrero amarillo: son los positivos y posibilitas, como color de la posibilidad, busca las razones “a favor” de una propuesta, por tanto, es lo contrario al pensamiento negro.

Sombrero verde: es el sombrero para generar nuevos pensamientos, ya que De Bono lo asocia a la creatividad. Hay que pensar en beneficio de identificar nuevas posibilidades, buscan ideas en todas partes.

Además, en clase de Francisco García, vimos que podía existir un séptimo sombrero, el sombrero morado, que representaría a los grupos minoritarios, es que el se encarga de velar por lo social, por ejemplo, <¿Esta idea beneficia a los discapacitados?>

APLICACIÓN

Una de las clases más entretenidas que hemos tenido este curso, fue el día que Francisco García, nos pidió que trajéramos un sombrero a clase para aplicar este método. De entre todos, eligió unos cuentos para representarlo. Así, el grupo se tuvo que enfrentar al siguiente problema:



¿Cómo sacar los cocodrilos de las alcantarillas de Nueva York?

Os voy a explicar cómo lo hicimos, que para ser nuestra primera vez, no estuvo mal. Para empezar, el sombrero azul, es el que ejercía de moderador, el que cedía la palabra a los pensadores. En primer lugar, el blanco nos exponía el problema, la gente se compra cocodrilos cuando son pequeñitos, y al ver que crecen, los tiran por el WC, y estos llegan a las alcantarillas, generando problemas. Los cocodrilos son ciegos y albinos, pero aun así hay relatos de trabajadores que han sido atacados por ellos.

El sombrero rojo, enseguida tomó la palabra, y dejándose llevar por el miedo, propuso exterminarlos, fumigar las alcantarillas y acabar con ellos, porque, ¿qué pasaría si salieran a la superficie? ¡Es que nadie va a pensar en los niños!

El sombrero morado, ayudado por el negro, pensando en las minorías y en los más débiles, le recordó al sombrero rojo que los animales también son seres vivos con derechos, que no se les puede ir matando porque sí.

El sombrero verde, muy creativo, propuso meter anacondas en las alcantarillas para que se comieran a los cocodrilos, a lo que el sombrero negro le rebatió que podría ser una mala jugada, y acabar como este episodio de Los Simpsons:

 

El sombrero amarillo insistió en que el problema viene de antes, que había que prevenir o incluso prohibir que las personas comprasen animales salvajes para domesticarlos en casa, a lo que el sombrero azul le recordó que aunque tenía razón, nuestro problema era cómo sacarlos una vez dentro de las alcantarillas.

Después de un largo debate, el sombrero azul da por concluida la sesión sacando sus conclusiones. Me pareció una clase muy entretenida y amanea, y aprendimos un nuevo método bastante útil.


REFERENCIAS:

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